Un ordenador elige hoy a 2.500 malagueños candidatos a un jurado

Los avisarán por carta antes del 15 de noviembre. Si los llaman, cobran 67 euros al día. Sólo se libran el Rey, policías o abogados.
Hoy, usted puede convertirse en jurado popular y cargar con la responsabilidad de decidir el destino de una persona. Un sorteo escogerá a 2.500 malagueños para este menester jurídico de entre los que constan en el censo electoral. El peso de la mano inocente será compartido por el dedo índice de un funcionario y los bit (dígitos binarios) que conforman el lenguaje de un ordenador, ambos de la Audiencia Provincial de Málaga.Los detalles

Aviso por carta: Los ‘agraciados’ recibirán una carta que los avisa de su elección como jurado antes del 15 de noviembre. Ésta es la fecha tope para alegar que no se quiere o no se puede ser jurado (para ello, la misiva adjunta un formulario que debe dirigirse al juez decano del partido judicial donde viva el candidato a jurado).

El descarte: Llegados al momento de un juicio, el ordenador escoge a 36 candidatos de entre los 2.500 elegidos anteriormente. La defensa y la acusación van rechazando aspirantes hasta que sólo quedan 11 (nueve jurados y dos suplentes).

Pagos y dietas: Los integrantes del jurado reciben 67 euros por día de juicio (perciben 33,5 euros la jornada en la que se someten a la criba de los 36) y 0,19 euros por kilómetro que se tengan que  desplazar. Si es necesario, se les paga una habitación de hotel y tres comidas al día.

Excluidos: No pueden ser jurado los miembros de la Familia Real, juristas, policías y periodistas, entre otros.

Un tribunal de nueve ciudadanos

Nueve personas componen los jurados populares, que constituyen el tribunal. Generalmente, se ocupan de casos de homicidio, asesinato, incendios forestales y malversación de fondos (utilización ilícita de recursos económicos). Tras varios días escuchando los argumentos de cada parte, el jurado se encierra para decidir la culpabilidad o inocencia de quien esté acusado, así como si debe pagar una indemnización. Por su parte, el juez, que no puede oponerse al dictamen del jurado, determina la duración de la pena (años de cárcel), cuánto se pagará de sanción o la cuantía de la indemnización a las víctimas.

Alfonso Díaz. 18 años.

«No soy nadie para juzgar a alguien que no conozco. Si saliera elegido, estaría muy atento a todo el proceso judicial. Como creo que les pasará a muchos otros ciudadanos, desconozco las leyes».

Bárbara Salinas. 24 años. «Soy letrada (me acabo de enterar de que he terminado la carrera) y no estoy segura de si los abogados podemos ser candidatos. No me gusta la idea, me parece una americanada. Hay gente que no tiene conocimientos».

Jacinto Pérez. 28 años. «No me gustaría salir elegido, aunque sé que tendría que ir, ya que uno no se libra si no alega algo importante. Trabajar no vale como excusa. Aunque estaría bien vivir esa experiencia, sigo pensando que es un tostón».

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